Si bien el hecho de que Laureles tenga su
campo de deportes es obra de innumerables laurelistas que a lo largo de los
años contribuyeron para concretar ese sueño del field propio, quisimos en el
reconocimiento a algunos referentes, brindar homenaje a todos. Se hizo entrega de un pergamino pirograbado
en madera a familiares de referentes de esa concreción del club. Es así que recibieron un pequeño reconocimiento
familiares de Pablo Abbate, Juan Orlando y Santiago Moloney, Jorge Irureta,
Jose Cúneo, Raul Arizaga Calleri, Desiderio Di Giovanni, Pedro Mazzilli, Domingo
Mazzilli, Raul Alberto Silva. La familia Moloney, presente en pleno, hizo
entrega al club de una placa grabada en bronce, en agradecimiento y
conmemoración del 110 aniversario. El Sr. Eduardo Arizaga, en nombre de la
familia Arizaga Calleri, hizo entrega también al club de una donación de
material fotográfico y de prensa que rememoran viejos tiempos, que mucho agradecemos,
valoramos y prontamente tendrán su lugar en nuestra sede social. Como lo mencionamos, los nombrados son sólo
algunos de quienes hicieron posible un sueño. Llegue desde aquí el
reconocimiento a todos quienes al lado de los nombrados, codo a codo, hicieron
posible que hace 60 años el Laureles F.C. inaugurara el entonces Parque
Laureles. (fotos extraídas de facebook y redes sociales) Breve
reseña de la inauguración del Parque Abbate Fue en diciembre de 1945 que se compraron las
8 hectáreas que comprende el predio del Parque “Abbate”, pero recién en el año
1957 se jugaron los primeros partidos oficiales. En el marco de los festejos del Cincuentenario
del club, el sábado 7 de setiembre de
1957 se inauguró oficialmente nuestro Campo de Deportes, entonces Parque
“Laureles”, hoy denominado “Parque Pablo Enrique Abbate”. Recurriendo a las palabras del Sr. Jorge
Irureta en el discurso inaugural: “El campo que tiene una extensión de 8 hectáreas
enclavado en las puertas de la ciudad, fue adquirido en la suma de $ 8.000
luego de laboriosas gestiones que realizara con el mejor de los éxitos, una
Comisión que integraron los caracterizados vecinos Sres. Ernesto Ugarte, Don
Jose Ugarte, Fon Jose Pedro Balarini, Don Jose Cúneo y Don Raul Arizaga
Calleri. Llegue hasta ellos el amplio reconocimiento del Club Laureles por la
valiosa ayuda prestada. Luego de esta primera etapa, vino el nivelamiento del
terreno realizado por equipos mecánicos de la Intendencia, a cuyo frente se hallaba
en aquel entonces el Dr. Guillermo Ruggia, y en quien siempre el club halló el
gobernante bien dispuesto para darnos la colaboración deseada y necesitada. El resto se fue haciendo de a poco, desde el alambrado
que circunda el terreno (tarea que dirigiera colocando además los postes de
cemento un gran colaborador desaparecido, el Sr. Vicente Coccinello) hasta la
construcción de dos cuerpos de material, provistos de agua corriente, que
sirven de vestuarios y baños para los jugadores, y de casa habitación para la
persona encargada de su vigilancia. . . Fue posible hacer todo esto, que es poco, pero significa
mucho encarado desde el punto de vista realista, por el generoso aporque que en
dinero y en forma desinteresada nos prestaron los consecuentes laurelistas
Sres. Roberto Irigoyen, Pedro Milessi, Juan A. Guisolfo, Pablo Enrique Abbate,
Hugo Coccinello, Pedro Mazzilli y la Sra. Ida Abbate de Claramount. Lleguen
hasta todos ellos nuestro leal agradecimiento en esta hora de júbilo que vive
la gran familia laurelista. Cabría también agradecer la colaboración de muchos otros
a quienes la i nstitución les
reclamó su concurso para solucionar infinidad de factores que no podemos
enumerar. No los podemos mencionar a todos, pero permítaseme hacer una
excepción con un grupo de hinchas que en estos últimos tiempos tomaron a su
cargo la plantación de árboles de distintas especies en el predio, realizando
este trabajo con la habilidad, con el cariño y con la perseverancia, que sólo
pueden ofrecer los espíritus que gustan del árbol y la flor.” Y como terminara diciendo aquella tarde del
año 1957 Jorge Irureta:
“el
Laureles F.C. cristaliza hoy un viejo anhelo, habilitando este field situado en
el corazón del barrio que hace cincuenta años lo vio nacer. Se abren hoy las
puertas de lo que en el futuro debe ser y será, el gran campo de deportes con
las amplias comodidades que la afición deportiva necesita en nuestro medio; sigamos
trabajando todos los laurelistas con ahínco, con fe, con firme esperanza en el
porvenir, tal como lo hicieron con claro sentido, aquellos soñadores que un 6
de setiembre del año 1907 lo fundaron, en la seguridad de que así honraremos su
esfuerzo; honraremos una enseña que en muchas jornadas inolvidables se cubrió
de gloria y honraremos el deporte, que es genuina expresión de todo pueblo sano
y vigoroso”
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